lunes, 1 de junio de 2009

resulta que estaba en un bar. un bar viejo. azulejos celestes. tubo fluorescente. 

de pronto aparecian fotografias del pasado. y mas aun de pronto, las personas de las fotrografias, aparecian en el bar. en la mesa de al lado. 
mucha, muchisima gente mayor. vieja. viejisima. yo miraba a una de las viejitas. pelo corto. color gris. todo gris. flaquita. llena de arropaje de lana de colores. y cuando me detenia a mirarle los ojos, me daba cuenta. descubrirdegolpetesoplalacaraytedejabizcoloqueyanopodesdejardesaber.
¿sabes quein es?! ¡soy yo! ¡ruda!
aca paro y digo: ninguna llevaba nariz. mi sentido del yo, iba directamente unido al concepto de identidad propia, como ruda. entonces ahora, sigo.
sensacion de baldazo, sorpreson, presentepresentaahora y gritabaAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH
mirando a los ojos de el. ambos, sorprendidos y alegres, no podiamos dejar de vivir, prolongado en el tiempo, el instante de lo que sorprende de golpe. la mirabamos fascinados. ahi estaba ella. sentadita. esperando un vaso de agua. 

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