miércoles, 11 de julio de 2007

Historias Extraordinarias...o casi...

La vez que casi me ataca un león (sí, fe de erratas: era un león). La vez que metí los dedos en el enchufe y salí expulsada hacia el sillón. La vez que metí el dedo en un velador enchufado, sin lamparita. Dije: ¡Ay, me dió un vientito...!. La vez que soñé algo muy feo, mientras sucedía en la realidad. Pero no se cumplió exactamente igual. La vez que soñé que encontraba un objeto perdido, me desperté, y estaba donde lo había soñado. La vez que se me cayó un biombo en la cabeza. Y no me pasó nada. La vez que estaba en el patio jugando a evadir obstaculos con los ojos vendados, y un vidrio cayó de una ventana y me pasó cerquita cerquita. Las apariciones y desapariciones de Osscar y Rina, no? La vez que de tanta fiebre, deliré que le debía botellas de agua a un barco pirata. La vez que probé un bocado (uno sólo, porque no gustapescadoguácala) de una hamburguesa hecha de pescado procesado y licuado, y se me clavó una espina gigante en la amígdala. La vez que encontré una comunidad de hongos en el Ades de naranja. Y ya me había tomado casi todo. Las veces que tuve que adivinar que alguien había muerto, porque, de eso no se habla. La vez que mi tortuga Anónima puso un huevo en soledad. La vez que se suicidó un pajarito en el patio. Que en todos mis cumpleaños, pero todos, todos, llueve. Igual que el día que nací. Que durante años, los 4 de enero me daba insomnio. La vez que pensaron que yo era otra persona. Y no me creían que yo era yo. Y otra vez también. Parece que hay una Valeria y una Lucrecia, con las que nos parecemos mucho. La vez que me reí tanto que me hice pis. Haber ido al analista a los tres años, es un poco una historia extraordinaria, también. Y la vez que apareció un gatito abajo de mi cama, una mañana? Y había pasado toda la noche ahí. No sé quien de los dos se asustó más al vernos las caras. Yo pensaba que era Anónima la intrusa. Bueno, lo de historias y lo de extraordinarias, es un gustito nomás. Que es mucho decir. Hay más, muchas, pero algunas me dan verguenza. O más verguenza que estas. Que al fin y al cabo dije que me hice pis encima y que más de una vez tropecé con la misma piedra de la corriente eléctrica. Suficiente.
Imagen: "Un Perro Andaluz", Buñuel

4 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajaja... me encantaria, pero me ENCANTARIA, conocer el desarrollo de todas ellas. aunque solo el enunciado me provoque cosita de alegre felicidad me animo a que me provoque un estallido de risa.


te quierooo

Anónimo dijo...

era algo así.
quiero conocer la anecdota completa del leon q te ataco y el corte en el dedo para mifue es scar que te quiere decir desde donde esté que está bien, que la está pasando bien y por eso te manda un mensaje a travez del dedo del éxito.
estaba más lindo el original.buuu

Recomenzar dijo...

Muy interesante tu escrito, Volveré por mas

Polonia dijo...

ay. me morí del amor con la imágen de Anónima desovando solita y sola.

una cosa: cuando te leo, es como que te escucho.