martes, 27 de mayo de 2008

ponele...

...que me da ataque de risa y no puedo parar hasta que tengo sesenta y tres años...
...que me da ataque de verguenza y no hablo por nueve años...
...que me divierto tanto que me olvido de todo lo malo para siempre...
...que me distraigo tanto que me tropiezo con las alcantarillas y me caigo adentro de una...
...que me da tanta fiaca que me quedo en la cama hasta el domingo y entonces sigo hasta el otro domingo...
...que tengo tanto sueño que me duermo despierta en cualquier momento...
...que me gusta tanto el agua que no salgo de la ducha nunca más y decido vivir en la bañadera para siempre...
...que me da tanto miedo algo que entonces corro, corro, corro, me le tiro encima y lo elimino de un grito...
...que me quejo un monton y me quedo muda...
...que lloro mucho, pero mucho, y cuando me doy cuenta inunde capital federal...
...que invento la máquina de teletrasportación y viajo cuando quiero a donde quiero...
...que se me cumplen todos los deseos y no se que desear, más que desear siempre...
...que no me doy cuenta y salgo a la calle en piyama y pantunflas y no puedo volver a cambiarme porque se me hace tarde...
...ponele que si. entonces: ¿qué hago?

3 comentarios:

nana dijo...

nunca se está atento a lo inesperado. es un misterio todo eso.
ponele que te pones a disfruar de lo que no sabes que iba a llegar



te adoro!

Amapola dijo...

escribis
te casas
y te juntas conmigo a tomar un cafe con leche enorme con mucha espuma

polonia dijo...

mirá
si llegaras a tropezarte en una alcantarilla yo te recomendaría que:
1)no entres en pánico.
2)saludá de mi parte a los hombres-pez.
3)no comas nada de lo que te ofrezcan, aunque sean muy amables.

Si decidís vivir en la bañera para siempre, asegurate de ponerte una malla, así no te da vergüenza cuando te vayamos a visitar.

Y si se inunda la capital con tus lágrimas, sacamos el tapón gigante, se va todo al océano, y te regalamos un velero para que vayas y te navegues tus penas.


con amor.