martes, 31 de julio de 2007

Ingmar

Que me hiciste bien. Mejor. Que como no resisto las despedidas, lo digo rapidito y en voz baja:
Ojalá estes en Fårö. Con Ingrid. Mirando el mar. Con los ojos llenos de recuerdos de la infancia. Las manos húmedas de demonios que ya están secos. Que no hay más miedos.
Que te quiero. Que cómo se puede querer tanto a alguien que nunca abrazaste? Que en silencio, te abracé.
Que te voy a extrañar hondo.
Que gracias. Gracias. Por tanto. Tanto. Por todo.
(Imagen de Ingmar Bergman)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

demasiadas despedidas en poco tiempo.

tanto exodo hace mal.

Pamplina dijo...

�tremendo! �Antonioni no pudo esperar m�s de 1 d�a y se fue tras �l tambien? �y ahora qu� hacemos?