viernes, 20 de junio de 2008

los recuerdos hacen lo que quieren y no por eso estan locos

¡como me vengo a acordar asi! los recuerdos como golpes, pienso. hoy. recien. cruce el umbral de casa. y como si nada, se me aparecio el loco re cuerdo. pum. asi. sin previo aviso.
me vino de golpe la sala de rayos del otamendi. el otamendi lugar donde naci. y trato de recordar cuando fue. y entonces. pum. mi nariz. la de piel. azul. una x sobre ella. un rayo. una luz.

la primera primerisima vez que me encontre con el publico, con nariz de pormedio, de intermedio, de medio, de punto rojo radiante que une lo que esta por delante y lo que esta por detrás; pasó *(“algo”)* que me acorde de golpe, hoy, cuando llegaba a casa, luego de una reunion payasa.

pata. oscuridad. miedo. miedo. miedisimo miedo. todo lo que escucho es pum pum pum. y cada tanto, el bullicio de la gente. unas gentes que desde la pata, solo puedo imaginar. imagino sus caras, sus deseos. quien me va a querer? o mejor dicho: alguien me va a querer?
compañeros. mucho. amuchados. tras la pata. manos frias. deseos de espiar. de salir. y de salir corriendo. de gritar. de saltar. de volar. de conocer. de abrir. explotar. dar. bienvenir. encontrar. tanto. tanto. tanto por venir. sensación de porvenir. raro. todo nuevo. y afectuosamente conocido.

entonces, con la intencion de acomodarme el pelo, de un brusco movimiento sacudo mi cabeza hacia abajo. justo justo justisimo a la misma vez que en esa plena oscuridad, una compañera se incorporaba desde el piso, tambien con mucho impetu. y alli, entre su cabeza y la mia, quedó mi nariz. golpe. golpe. golpisimo golpe a la nariz. la roja, la de latex, estaba donde tenia que estar. y entonces, fue mi escudo. mi protectora. mi caparazón de nariz de piel. el golpe me hizo ver unos puntitos en el aire. y los ojos se me hicieron chiquititos. mas de lo habitual. casi lloro. llore un poco. disimuladamente. en la oscuridad. y algo de miedo escurri por ahí. y no le dije a nadie nada.

y entonces, habia que salir. al mundo. habia que entrar. desconcertada como estaba con los puntitos que veia, siento que algunos brazos me llevan. me empujan. miro bien. me pusieron delante de la endija. los ojos se me redondieron. como nunca. endija rendija que del otro lado hay luz. alguien me empuja hacia delante. y esucho un par de vocesitas que me dicen: vas vos primera.
instante. corto. cortisimo. ese momento es tan largo como el perimetro de Júpiter. y lleve las manos al telon, lo abri. y sali.

rayos x. luz.

“tu nariz esta muy bien. podes irte”. y me fui. azcuenaga calle otamendimente sana. sabiendo que era mi nariz. pero diferente. que habia nacido. ahí. otra vez. un umbral. una puerta. llegar a casa. azul de contenta. rojo por venir.

*(“algo”)* = a veces es mucho. y magico.

2 comentarios:

polonia dijo...

algo pronto
de pronto
asoma la naricita
por el aujero del telón.

y tiene boca
¡y se ríe!


y te quiero mucho. porque sos azul y sos roja.

Anónimo dijo...

Los recuerdos transforman mágicamente el infinito.
La memoria encanta con sus múltiples escondrijos y sopetones de aparición repentina(fenómeno hermoso de la memoria selectiva), ella no está loca sino que es un río que deja ver de todo, tiene el don de la infancia: mescla justa de mentira e ingeniudad que engaña transparente y como cosa frágil y profunda al mismo tiempo ha sido mil veces perpetrada, una memoria con miedo es una cosa triste,
dejo aqui mi luz para todo aquello bello fragil y profundo.
Luz.